PILATES vs LESIONES

la-foto-8Muchas de las lesiones musculares, dolores, o rigidez articular, tienen su origen en los movimientos cotidianos y por consiguiente en patrones posturales erróneos.

Este hecho, en gran medida  tiene que ver con la falta de atención orientada hacia nuestro cuerpo, ya que generalmente el foco de atención inconsciente, lo ponemos en nuestra cabeza (mente) con toda esa corriente incesante de actividad mental incoherente (no pensamientos) anhelos, ansiedades, deseos etc., por lo que además, no nos podemos relajar, ya que para que la relajación se produzca, primero hay que sentir el cuerpo como requisito imprescindible.

Debido a lo anteriormente expuesto, la mayoría de las personas cuando van andando por la calle o simplemente cuando están sentados en casa o en el trabajo, no son conscientes de si están bien alineados corporalmente, es decir, si la cabeza está adelantada respecto de la caja torácica. Si ésta se muestra encima de la pelvis; ni inclinada hacia atrás, ni inclinada hacia delante. La posición de la cintura escapular. Así como, si la pelvis está neutral,  en anteversión, o retroversión. Y en general, la falta de percepción del lugar que ocupamos en el espacio. Si a esto, además, añadimos la incapacidad para respirar adecuadamente, tanto en intensidad, como en el lugar adecuado (abdomen) sin duda nuestro bienestar físico y mental se verá alterado.

La práctica del método Pilates conduce al cliente a tomar conciencia de todos estos principios básicos para integrarlos de manera natural y automatizada en la vida diaria, es decir, con consciencia-inconsciente, sin tener que pensar en ello de manera aislada, sino como un mecanismo perfectamente engranado que contribuye en gran medida a  evitar patologías típicas de la ausencia de actividad deportiva adecuada, así como proporcionar equilibrio físico y mental

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EL EQUIPAMIENTO INDISPENSABLE EN EL MÉTODO PILATES: EL REFORMER

reformer-pilatesUna de las máquinas de equipación del método Pilates más significativas, es el Reformer. Esta reputación viene precedida por su versatilidad y arquitectura científicamente diseñada.

Su peculiar diseño, dotado de agarres, poleas y muelles, permite al instructor de Pilates diseñar un amplio abanico de ejercicios, personalizarlos y hacer modificaciones en función de las limitaciones y tipología del cliente, para así, promover un entrenamiento seguro y eficaz. Además el Reformer permite potenciar tanto la musculatura del abdomen profundo, como la musculatura global, mejorando por tanto, la flexibilidad, fuerza, resistencia y coordinación.

Una de las cualidades del Reformer, es que contribuye a poder estimular las fibras musculares de manera adecuada, contribuyendo por ello a la regeneración del tejido fascial dañado, al aplicar por medio de los muelles, contracciones musculares excéntricas con una resistencia moderada.

Otra de las principales características del Reformer, es la posibilidad de trabajar en diferentes posiciones con un cliente: tumbado, boca arriba, sentado, de rodillas, lo que permite, tal y como decíamos más arriba, adaptar los ejercicios a personas con limitados rangos de movimiento articular, así como con diferentes rangos de habilidad, equilibrio y coordinación.

También posibilita poder ejecutar ejercicios muy terapéuticos y rehabilitadores al poder trabajar con poleas en los pies, activando y estimulando la musculatura profunda de la cadera, que habitualmente, está muy rígida o debilitada, sobre todo en personas de avanzada edad.

Destacar además que uno de los grandes beneficios del método Pilates, es que exige que el cliente esté muy «conectado» con su cuerpo para que los ejercicios se ejecuten correctamente y de manera segura, lo que equivale ausencia de lesiones. Pero además la sensación de estar «corporales» lleva al cliente a un estado de calma mental y psicológica que contribuye al Bienestar Emocional.

En resumen el entrenamiento con Reformer contribuye de manera terapéutica a:

  • Prevenir lesione del sistema musculo-esquelético.

  • Rehabilitación de lesiones deportivas, por movimientos repetitivos laborales etc.

  • Mejorar la postura corporal.

  • Aumentar la flexibilidad y rango de movimiento articular.

  • Aumenta la fuerza, coordinación y equilibrio

  • Tonificar la musculatura razonablemente

 

 

PILATES DE DENTRO HACIA AFUERA

 

Reformer

Practicar  una actividad de acondicionamiento físico como el método Pilates con regularidad, estiliza y equilibra la musculatura de nuestro cuerpo. Pero también, se puede realizar con un fin terapéutico y rehabilitador ante alguna lesión que suframos.No obstante, no hay que perder la perspectiva, en cuanto a que la forma adecuada y de la que más rendimiento obtendremos en todos los sentidos, es con una actitud- «de dentro hacia fuera»- y no al revés, para de esta manera, no perder la verdadera esencia de este método y que no se convierta en una simple actividad deportiva como tantas otras, que aunque pueden  ser útiles y divertidas, no resultan ser transformadoras.

Para llevar esto a la práctica, debemos llevar nuestro foco de atención hacia nuestro cuerpo, observándonos a nosotros mismos y percibiendo nuestros movimientos, mientras seguimos las pautas o indicaciones del instructor. De alguna manera, y utilizando un simil, es como si fuésemos el canal conductor por donde pasa una indicación verbal del instructor para transformarse en un movimiento corporal con una belleza plástica intrínseca, pero sin dejar de lado, el beneficio físico y rehabilitador, sino más bien potenciarlo.

Esta actitud interior a la que nos referimos, la ponen en práctica deportistas de élite y atletas cuando se visualizan así mismos antes de comenzar una prueba,  por ejemplo, llegando a la meta el primero o realizando un salto ganador.Podríamos resumirlo diciendo que lo primero es «sentir» para luego «hacer», para no convertirse en un simple «ejecutor» sin resultados físicos o psicológicos significativos.

Por otra parte, esta actitud se puede poner en práctica en cualquier área de nuestra vida. De hecho,  una sesión de Pilates transmite mucha información en cuanto a  la personalidad y rasgos  psicológicos del participante, que el instructor puede utilizar en beneficio de éste, para que poco a poco vaya logrando que el movimiento «suceda» en si mismo, sin tanto esfuerzo, es decir,- de dentro hacia afuera-.

En multitud de ocasiones, durante una sesión de Pilates, se pone de manifiesto claramente por parte de  clientes, la tendencia a «ejecutar» y al «hacer», en vez de «permitir» que el movimiento o ejercicio «fluya» o lo que es lo mismo, -desde fuera hacia dentro-.

Un ejemplo gráfico, es cuando un cliente en un ejercicio determinado en el que tiene que utilizar algún complemento de trabajo, como puedes ser una barra de agarre, polea, etc., en vez de «apoyarse» en estos elementos con actitud receptiva, más bien los «agarra» o «atrapa» bruscamente; es decir, con una actitud interior de «hacedor», con las consecuencias poco aconsejables que esto conlleva, como tensión y stress, además de lesiones musculares y fasciales en los flexores y extensores de la muñeca.

Otra área personal de nuestra vida que se puede mejorar o potenciar cuando se realiza el método Pilates, de dentro hacia afuera, es la comunicación con otras personas, pues uno de los requisitos para realizar esta actividad es aprender a «escuchar» estando presentes totalmente en el momento, para poder recibir mejor las pautas del instructor con el objeto de realizar los ejercicios adecuadamente, es decir, se mejora la escucha activa, algo que podemos aplicar también en nuestras vida, para interactuar mejor con otras personas de nuestro entorno laboral o familiar etc.

Para concluir, podemos resumir diciendo que realizar el método Pilates, al igual que en otras actividades, es una metáfora de nosotros mismos y de como nos «expresamos» en la vida. La buena noticia es que nos podemos beneficiar de este conocimiento, teniendo en cuenta que el movimiento corporal elegante y fluido, tiene una repercusión directa sobre la base de nuestra emociones.

EL SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS Y LA CONCIENCIA

semántica 3Qué  nuestra mente se vuelva más silenciosa y meditativa, da como resultado, que empecemos a entender y comprender más profundamente hechos y situaciones de nuestra vida exterior cotidiana.

Pero también sucede al revés, es decir, cambiando pautas, comportamientos, hábitos etc. en la dimensión de  lo externo, la mente, se va serenando, silenciando y se inicia por tanto, un proceso psicológico para elevar el nivel de conciencia.

La semántica o significado detallado de las palabras que empleamos en nuestro vocabulario habitual, puede ser, si lo permitimos, una herramienta o vehículo bidireccional (fuera – dentro) para guiarnos hacia nuestro «centro existencial» o dimensión más profunda de nosotros mismos.

Por ejemplo, en el transcurso de una conversación cotidiana, podemos argumentar que una determinada situación de vida nos INFLUYE y por tanto, nos AFECTA, presuponiendo a priori, que tienen el mismo significado semántico. Pero analizando detalladamente el significado de dichas palabras, «influir»  pertenece al ámbito de lo externo, de la perifería, al mundo de la materia y lo cotidiano de nuestra vida.

Por otro lado la palabra «afectar» pertenece a nuestro mundo interior, es decir, sentimientos, emociones, al ámbito de influencia que podemos gestionar y por tanto, apuntan hacia nuestro «centro interno».

El verdadero significado de estas palabras que habitualmente utilizamos, se asemeja a dos flechas apuntando en sentidos opuestos; una señalando hacia arriba (lo externo) y otra apuntando hacia abajo ( lo interno).

La buena utilización y comprensión de la semántica de las palabras, nos puede hacer tomar conciencia de que tan real es lo que vemos y tocamos fuera de nosotros, como lo que sentimos dentro, e incluso, ir más allá, y descubrir, que lo de fuera es con lo que nos relacionamos, pero «lo de dentro es lo que somos».

Este enfoque, nos permite tomarnos la vida como un espacio más divertido donde poder ser más juguetones con ésta, independientemente de nuestra situación externa de vida.

Ilustrándolo con un ejemplo práctico, imaginemos que nos ponen una multa de tráfico. Este hecho, irremediablemente va a INFLUIR en nuestra economía y es algo que tenemos que aceptar porque ya ha sucedido y no podemos cambiarlo ¡¡es así!!. Pero dentro de nosotros tenemos la libertad de elegir, que este hecho nos afecte interiormente o no. Ahí, reside nuestro poder, es el ámbito que podemos gestionar a capricho y además podemos aprovechar esto como herramienta de toma de conciencia para darnos cuenta,, que realmente «somos lo que sentimos».

El anterior ejemplo, se puede aplicar a otros muchos significados semánticos de las palabras (externo/interno)) que no debemos confundir, pues condiciona y afecta a nuestra calidad de vida:   relacionarse/posicionarse – firmeza/imposición etc.

Tal vez hemos pasado por alto el poder de la semántica como herramienta de auto- descubrimiento. Sin duda, esto puede tener un poder transformador en nosotros, haciéndonos entender que las palabras y lo que decimos cuando hablamos, crea nuestra realidad cotidiana, evitando así, dejar de sufrir por la manera errónea en que nos relacionamos con el lenguaje y por tanto, con el mundo que nos rodea.

….Así que ya sabes!!, cuando hables, vigílate el modo en que utilizas el vocabulario y el sentido que le das a las a las palabras; esto puede traer cambios positivos a tu vida.

EL REGALO COMO CANAL PARA LA MEDITACIÓN

regalos sin sentimiento y sin conciencia

Entendiendo la meditación como la manera en que nos relacionamos  con la vida en todas sus áreas, también el hacer o como recibimos un regalo, encierra un mensaje o diálogo oculto de nuestro estado de conciencia, pues todo lo que sucede en el exterior, es el reflejo de nuestro estado interior.

Tomando como referencia las pasadas fiestas Navideñas, en las que habremos recibido o realizado algún regalo o presente de  familiares o amigos, podemos utilizar este hecho, como vehículo de meditación para ir  hacia adentro y hacernos un autodiagnóstico interior sincero, de nuestro estado de conciencia.

Aunque la mayoría de las veces no percibimos la realidad escondida detrás de los aparentemente simples actos cotidianos, debido a nuestra inconsciencia, no quiere decir que ésta, no se esté manifestando delante de nuestros ojos y los regalos u obsequios que nos hacen o hacemos ponen esta verdad de manifiesto.

Para empezar cuando hacemos un regalo, en un alto porcentaje, no es mas que seguir una tradición, la tendencia establecida por el costumbrismo social, que aunque por principio, no tiene porqué tener connotaciones negativas, en muchas ocasiones, está carente de sentimiento hacia quien va dirigido el regalo, independientemente de que sea familiar, amigo etc., por lo que dice mucho de nosotros y de si regalamos desde el corazón o desde la cabeza.

Debido a que este post trata sobre meditación y en concreto los regalos y presentes como técnica meditativa, en este punto tendremos que ser honestos con nosotros mismos para reconocernos el sentimiento interior real  que nos mueve cuando realizamos el acto de regalar algo a alguien, evitando por tanto, caer en la tentación de engañarnos a nosotros mismos.

Por ejemplo, una de las formas de regalar de manera inconsciente sería el «regalo competitivo» que sucede en determinadas ocasiones cuando se hacen regalos a niños de familiares o amigos. Si estamos «despiertos»  de verdad, nos daremos cuenta, que el regalo no se le hace al niño en cuestión, aunque vaya dirigido a éste, sino que más bien, es una forma en que el adulto se reafirma ante los otros adultos, trasladando, a través del regalo, su nivel económico superior, lo que deja al descubierto, excepto para él o ella mismo/a, la manera de compensar un posible complejo de inferioridad, realizando costosos regalos.

Por el contrario, están aquellos que regalan por sistema, presentes de poca cuantía y totalmente intrascendentes, dejando de lado los detalles, adoleciendo de una mínima sensibilidad hacia quien regala,  argumentando que lo importante es la intención  y no el regalo en si mismo, lo que deja al descubierto la falta de compromiso económico y emocional hacía quién realiza el regalo y sabemos que alguien que no se compromete, puede ser una persona con temor a ser herido.

Otra manera de evaluarnos a nosotros mismos, utilizando como vehículo de autoconciencia el regalo, es si sentimos que nos estamos quitando un peso de encima, es decir, el «regalo peso muerto», pues independientemente del costo de dicho regalo, por fín nos quedamos » a gusto», es como si hubiésemos cumplido con la expectativa esperada de nosotros, como si nos «quitásemos la china del zapato». Son regalos envenenados, carentes de un cierto nivel de conciencia, por parte de quien lo realiza y que en gran medida procede de tíos/as, abuelos/as, padres/madres.

Niveles bajos o nulos de conciencia se detectan, cuando aquella persona que regala tiene expectativa de que le devuelvan el regalo, como mínimo, del mismo «nivel» del que él o ella hizo, acorde siempre con la imagen que tiene de si mismo/a, pues de lo contrario, un regalo «indigno», puede dañar su Ego. Podemos, por tanto, utilizar este comportamiento para «darnos cuenta» de si existe dentro de nosotros un conflicto con nuestra autoestima y de si somos emocionalmente inestables al prestar más atención al objeto que al sujeto.

Para concluir y como hipótesis el comportamiento emocionalmente maduro y consciente a la hora de realizar un regalo a alguien querido por nosotros, sería el que nace de la espontaneidad, que no coincide con ninguna fecha señalada por el calendario, porque sino en parte, se convierte en un «compromiso».  Cuando uno se siente despojado de toda expectativa de agradar o recibir; solamente expresa la alegría, el gozo y el  agradecimiento sincero de que esa persona forma parte de nuestra vida, en ese momento. Pero esto es algo, que cada uno de nosotros tendremos que descubrir por nosotros mismos, aumentando nuestra conciencia.

¿Cómo está tu nivel de conciencia?  ¿Regalas desde el corazón o desde la cabeza?  ¿De verdad?

Técnicas para tener más energía durante el día

energíaTodos tenemos más energía de la que creemos tener, de hecho esta podría ser practicamente ilimitada, pero al vivir y actuar de forma «automatizada» y sin consciencia,  limitamos nuetro acceso a ésta.

Aunque pudiera parcer que una cosa no tiene relación con la otra (energía y consciencia) sucede que normalmente nuesta mente está atrapada en un «bucle» de tiempo psicológico, por lo que cuando realizamos cualquier actividad de nuestra vida cotidiana, no estamos atentos a dicha actividad, debido a que tenemos la expectativa puesta en el futuro inmediato, de terminar dicha actividad.

Debido a esa «conceptualización» del tiempo psicólogico, nuestra mente está «pensando» en la siguiente actividad, creyendo, tal vcz que ésta, será «mejor» o quizás peor, según sea nuetro sistema de creencias y forma de «conceptualizar» o «etiquetar» entre actividad buena o actividad mala.

Por ejemplo: tal vez estemos cocinando y a la vez «pensando»  que – ¡Quiero acabar rápido, para sentarme a ver la televisión, en el sillón y descansar etc.! sin darnos cuenta, que precisamente el no tener la «intención» y nuetro «foco de atención» en esa actividad en cuestión nos está gastando nuestra energía, ya que mentalmente estamos con una «sensación lineal» del tiempo psicológico, en vez de «vertical», debido a que no estamos centrados en «ese momento». Tenemos, por tanto, expectativas de futuro, por lo que no nos cansamos nosotros, sino que se cansa nuestra mente y nosotros estamos patológicamente apegados a ésta.

De otro modo, si cuando estamos cocinando, limpiando, trabajando etc., a ésta actividad le otrorgamos la cualidad de estar cien x cien fundidos con «ese momento» inmediatamente tomaremos consciencia de entrar en otra dimensión diferente de disfrutar de cualquier cosa que hagamos y por consiguiente nos «daremos cuenta» que lo importante no es lo que hagamos, sino la intención que ponemos en como lo hacemos, es decir el secreto es «desautomatizarse».

Para poder poner en práctica ésta técnica y poder salir de ese bucle de tiempo psicológico que nos atrapa y que nos gasta la energía, podemos llevar nuestra intención a hacernos preguntas, siempre de manera honesta y sincera, con nosotros mismos, tales como: ¿Porqué quiero YA acabar con esta actividad? ¿Dónde se supone que voy a ir? ¿Porqué o para que quiero estar en otro sitio diferente a éste? ¿Realmente, hay otro momento mejor que éste?.

Por otro lado si la situación, es la contraria, es decir, creemos que la expectativa de futuro inmediato es amenazadora porque tememos alguna situación incómoda, igualmente podemos hacernos preguntas del tipo: ¿Puedo  «resolver» este problema pensando o cambiando yo? ¿No sería mejor cambiar el enfoque de lo que yo llamo «problema»? ¿Es realmente un problema o una situación de mi vida? ¿Éste problema realmente existe o le estoy creando yo? ¿Puedo solucionarlo? ¿Me ocupo o me preocupo?.  Ni que decir tiene, que las respuestas que nos demos, deben ser lo más conscientes posible e introspectivas, evitando contestarnos de manera «automatizada»  o «respuestas resorte».

Podemos ampliar la técnica de hacernos preguntas con la reflexión de que el hecho de no honrar con con nuestra atención el momento presente en el que nos encontremos, es una «parte de nuestra vida» que no habremos vivido, ya que si no «estamos ahí» ¿dónde estamos?. Siendo así, de alguna manera la calidad de  nuestro tiempo y por tanto de nuestra vida se devalúa; teniendo en cuenta que, con suerte, vamos a estar en esta vida tan solo un puñado de años. ¿Los queremos aprovechar? o ¿preferimos estar siempre cansados luchando?.

Aclarar que lo anteriormente expuesto es un concepto del «tiempo mental» en el que, como decíamos estamos atrapados, aunque no nos demos cuenta, que nada tiene que ver con el «tiempo de reloj» para gestionar nuestra agenda: Llegar a una cita, horarios de trabajo etc.

En resumen, se trata de disfrutar con el proceso de «hacer» y no con el de «conseguir». Dicho de otro modo, sería «hacer sin hacer» que aunque pueda parecer extraño, todos de alguna manera ya lo hemos puesto en práctica en diferentes momento de nuestra vida, cuando por ejemplo, – hicimos aquel viaje, que nos hacía tanta ilusión y que a pesar de darnos el «madrugón» nos levantamos sin sueño, llenos de energía, e incluso continuamos todo el día incesantes, sin reparar en si estábamos o no cansados.

Por lo tanto, entendiendo e integrando estas técnicas dentro de nosotros, tendremos la oportunidad de conseguir un estado de energía incombustible para acometer nuestra tareas cotidianas con vitalidad y optimismo

 

 

 

Pilates y el running

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En los últimos años ha aumentado notablemente el número de personas que practican running por las calles, parques, jardines etc., de nuestras ciudades. En concreto, la población femenina ha incrementado en gran medida dicha actividad, seguramente fruto de las grandes campañas de marketing de las más destacadas marcas de ropa y complementos deportivos. Esto es así, seguramente también debido a que es una práctica sencilla de realizar, ya que no requiere de ninguna instalación, horario, duración, etc., lo que resulta muy atractivo como medio de ponerse en forma.

De todos los practicantes, es probable según estudios efectuados, que el 80% de éstos, tengan alguna lesión, más o menos grave, relacionada con el running.

Hay varios factores que favorecen una buena técnica. La postura es uno de ellos, porque cuando corremos, las fuerzas de impacto contra el suelo se multiplican como mínimo por dos. Nuestro cuerpo está capacitado para poder absorber este impacto, siempre y cuando todas las estructuras de éste, trabajen coordinadas, entendiendo por estructuras: nuestra musculatura, articulaciones, tendones etc., algo de lo que en la actualidad,debido al estilo de vida y falta de conciencia corporal, adolecemos.

Mantener la postura favorece el trabajo de piernas cuando estamos corriendo, disipando y absorbiendo por tanto, de manera más eficiente, las fuerzas de impacto.

Una mala postura genera desequilibrios ya que nuestro cuerpo es como cualquier otra estructura, es decir, si los cimientos o la base no es sólida o no está bien asentada, cabe el riesgo de que se produzcan «roturas»  o «fisuras» y aún peor se desmorone. Así mismo, con nuestro cuerpo sucede lo mismo, sino tenemos una «buena pisada» o la articulación de nuestros tobillos no es equilibrada, sufrirán nuestras rodillas, a su vez éstas para «protegerse» descompensará nuestra pelvis etc y así sucesivamente, ya que nuestro cuerpo es un «todo» y no solamente partes aisladas desconectadas, por lo cual, estos desequilibrios terminarán en lesiones y patologías.

El método Pilates creado en sus orígenes con este fin, consigue que nos dotemos de mayor conciencia postural, como requisito imprescindible, para tener una buena técnica de carrera. Nuestro cuerpo aprende a ir «chequeando»  constantemente la  postura y lugar que ocupa en el espacio a través de la propiocepción. Nuestros movimientos serán más fluidos  y eficientes con menor gasto energético, debido a la precisión de los movimientos y la autocorrección. Con lo cual, nuestra sensación al correr, es más como de «deslizarnos» que de «luchar» con el asfalto.

Por tanto, si queremos seguir «saliendo a correr» y disfrutar de los beneficios de esta actividad: como perder peso y mantenernos en forma, lo aconsejable sería minimizar el riesgo de lesiones, que seguro se darán, desarrollando una buena técnica de carrera y para ello tendremos que empezar por la postura adecuada; por empezar a ¡practicar Pilates!

Relájate para ser más eficaz

BioExpresión Corporal Consciente

CENTRO INTERIORBusca un tiempo para ti… relájate.

Te sorprenderá descubrir que cuanto más espacios de relajación encuentres en el día mayor será la percepción de tu ser.

Y cuando integres en tí esta nueva sensación, tu comportamiento externo también cambiará: te volverás más tranquilo, más calmado e incluso será diferente tu aportación personal al trabajo cotidiano al impregnarlo de cualidades creativas y buen humor, cometerás menos errores de los que solías cometer, te volverás más eficaz… ¿Por qué? Porque serás tu mismo al 100%, estarás centrado e integrado en tu ser.

Cuida de ti y la vida te responderá y sorprenderá con nuevos resultados.

Con cariño.

Prem

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MIRAR EL CIELO AZUL

ImagenPara esta técnica, de meditación, nos serviremos del hermoso cielo azul. Para lo cual empezaremos mirándolo, más allá de las nubes. Sólo  mirando, no pensando. No hay que decir: ¡Qué bonito!; ni apreciar el color, ya que si empezamos a pensar, paramos el proceso meditativo. Si empezamos a crear palabras, se convertirán en barreras. No se tendría que decir, ni «cielo azul», sin verbalizar nada.

Tendría que haber solo una mirada del cielo. Si pasa un pájaro o un avión hay que evitar focalizar la mirada en el objeto en cuestón, ya que la mente empezará analizar y etiquetar. El mirar tendría que ser profundo e ilimitado, con los ojos entreabiertos y un poquito desenfocados.

Esto es así, porque el cielo no es un objeto, porque un objeto empieza y termina. Lo podemos bordear con los ojos, pero el cielo no podemos bordearlo, definir sus límites y ese mirar sigue y sigue y nunca acaba.  De pronto como no hay un objeto, sino solo un vacío, tomaremos conciencia de nosotros mismos, ya que con el vacío los sentidos se vuelven inútiles, los sentidos solo son útiles con un objeto.

Si estamos mirando un árbol, estamos mirando algo, el árbol está ahí. Sin embargo el cielo no está ahí. Esto quiere decir, que el cielo significa espacio. El espacio donde existen todos los objetos, pero éste no es un objeto en sí mismo.

¿Qué sucede?. En el vacío (cielo) no hay objetos que puedan ser captados por los sentidos y de pronto sentiremos que todo ha desaparecido y por tanto, podemos tomar conciencia de nosotros mismos. Mirando al vacío, nos volvemos vacío. Esto tiene su explicación en que los ojos son espejos que reflejan lo que hay ante ellos. Pensemos como, si  una persona triste entra en nuestra habitación, sentiremos que nosotros también nos ponemos tristes. ¿Qué ha sucedido?.Qué hemos mirado la tristeza. Somos como un espejo: la tristeza entra en nosotros. Miramos un objeto hermoso: se refleja en nosotros. Miramos un objeto feo: se refleja en nosotros. Todo lo que vemos nos penetra profundamente y se vuelve parte de nuestra conciencia. De hecho, cuando ampliamos ésta, nos damos cuenta que estamos constantemente relacionándonos con todo y con todos, por eso de la importancia de estar «centrados» en nosotros mismos ( hay quien lo malinterpreta y piensa que es un acto egoísta). Este es nuestro «ancla» para no naufragar en el océano de los estímulos externos.

Por eso cuando estamos mirando el vacío, no hay nada que se refleje, solo el cielo azul infinito. Si se refleja, si sentimos el infinito cielo azul dentro de nosotros, encontraremos la serenidad.

Como el vacío se refleja dentro de nosotros, se vuelve ausencia de deseos y el deseo sabemos que nos crea tensión, ya que cuando deseamos, nos preocupamos. Miramos a una mujer/hombre guapo/a: la deseamos. Miramos una casa bonita: la deseamos. Miramos un coche último modelo: lo deseamos, queremos que sea nuestro. Cuando entran los deseos, entra la mente y las preocupaciones. Empezamos a pensar en como conseguirlo/a, que hacer para poseerlo/a. La mente se frustra o se llena de esperanza y empiezan los planes, las proyecciones, los sueños. Nos sumergimos en la tempestad y creamos un profundo desequilibrio interior; es decir perdemos nuestro «centro» y entramos en un espacio de tiempo psicológico del futuro, con lo que perdemos el «ahora», nuestro presente inmediato, que es lo único real.

Pero cuando entramos en el vacío. ¿Cómo va a poder funcionar la mente?. De repente desaparece, se detiene. La mente nos es útil, solo cuando la manejamos nosotros a ella, para los asuntos cotidianos: concertar una reunión, planificar un viaje, leer, estudiar. Pero no al revés, es decir que la mente nos maneje a nosotros, Cuando se detiene el «parloteo» mental incesante e inconsciente que casi nadie reconoce en sí mismo y nos llena de preocupaciones, tensiones, pensamientos relevantes, irrelevantes, surge la serenidad, nos volvemos silenciosos, serenos, llenos de Paz. Nos hemos vuelto el cielo.

 

Desmembrándote cuando estés tenso o estresado

ImagenSiéntate cómodamente en una silla y descansa la cabeza hacia atrás apoyándola en el  respaldo de la silla. Puedes poner una almohada para estar más cómodo/a,por lo que tal vez tengas que sentarte un poco adelantado/a hacia el borde de la slla. Imagínate que la posición es como cuando estás sentado en la silla del dentista. Luego relaja la mandíbula, abre ligeramente la boca y empieza a respirar por ésta, no por la nariz. No cambies la respiración deja que fluya naturalmente.

Las primeras respiraciones tal vez sean un poco tensas y activas, pero poco a poco esta irá bajando de intensidad y se volverá más suave. Inhala y exhala e irás relajándote de forma  natural. Sigue con los ojos cerrados y la boca entreabienta.

Luego empieza a sentir que tus piernas están muy relajadas, como si no te pesaran, como si no fuesen tuyas, y a continuación «córtalas» mentalmente desde la cintura. Recuerda que la energía sigue a la imaginación y del poder de la mente. Sintiendo, por lo tanto que solamente eres la parte superior del cuerpo y que  las piernas han desaparecido.

A continuación, lleva tu foco de atención a tus brazo y manos. Igual que antes, siente que éstas se relajan y se separan del tu caja torácica, que se caen y desaparecen, es decir, ya no tienes brazos; han desaparecido

Luego continúa con tu cabeza, que se separa de tu cuerpo. Puedes pensar que se cae de tu tronco, que se desenrosca, que es como un corcho que salta con la presión a modo de botella de cava etc. Perrmitiendo que se vaya y desaparezca, por lo tanto solo te queda el torso, los hombros y el estómago; eso es todo lo que eres.

Esta técnica meditativa, te dará una perspectiva nueva, Te hará reflexionar sobre quien eres realmente.Qué eres algo más que energía «condensa» Te dará entre otras cosas una visión de lo apegado/a que quizás estás a los acontecimientos externos y del personaje imaginario que te has creado y por lo tanto el stress y la tensión que nos produce

Haz esta técnica durante veinte minutos, antes de irte a dormir al menos durante tres semanas.